Los dos días de congresos han resultado sumamente provechosos, tanto desde el punto de vista de la promoción de Nova Somor como de la recopilación de información útil y para la creación de nuevas relaciones. En el CNR de Bolonia he podido conocer a algunas de las personas que trabajan para la red de servicios de apoyo de las pymes que innovan, que la región de Emilia Romaña está organizando desde hace años. Las últimas medidas, como por ejemplo el fondo Starter y el Fondo Energía, ayudarán a muchas start-ups innovadoras a poner en marcha su actividad. Muy interesantes también los programas de Horizon 2020; concretamente para Nova Somor podría ser útil participar en la medida «Innovatione for small enterprise».

En Catanzaro, en un increíble y bellísimo centro universitario enmarcado en un paisaje de verdes colinas, repletas de molinos eólicos y ovejas pastando, he participado en un congreso totalmente distinto. He podido escuchar y reunirme con profesores de derecho, notarios, expertos en marketing y en gestión de empresas, que han hablado sobre la evolución de las reglas del crowdfunding. El testimonio que he aportado en referencia a la experiencia de Nova Somor ha sido muy apreciada, y ha demostrado, por si hubiera necesidad de ello, que una experiencia práctica vale más que mil palabras.

Para mí ha sido sumamente valioso conocer algunos detalles de las nuevas leyes que extienden la posibilidad de recaudar fondos de la multitud también a las pymes innovadoras. Interesantes también las ponencias sobre las últimas fronteras del marketing basadas en el crowdfunding, una nueva modalidad de producir y vender. En resumen, coger 4 aviones para un solo viaje no será ecológico, pero ha sido muy útil. En la foto se ve a un «personaje de peso», que ha disminuido notablemente el nivel de elegancia del grupo de ponentes, pero que, en cambio, ha aportado una contribución de experiencia práctica en un ámbito de ponencias y contenidos netamente teóricos.