El mercado ha arrastrado al mundo de la sostenibilidad ambiental a muchas empresas que no estaban demasiado convencidas de entrar. Por esta razón tenemos tantos productos falsamente respetuosos con el medio ambiente, y todavía tanto «green washing».

Lo más fácil es convertir en green una parte del proceso de producción o un aspecto del producto, escondiendo o desplazando los impactos ambientales negativos a otras fases de la elaboración o de la eliminación o a aspectos menos visibles del producto.

Por esta razón las empresas serias realizan un LCA, es decir, un Life Cycle Assessment (análisis del ciclo de vida) de sus productos o sus cadenas de producción, tanto si se trata de conseguir una certificación EPD o de otro tipo, como de que se quiera saber simplemente cómo mejorar. Hemos pedido que se nos explique cómo se realiza un LCA, poniendo ejemplos concretos, al profesor Giuseppe Vignali del Departamento de Ingeniería Industrial de la Universidad de Parma.